jueves, 11 de diciembre de 2014

LATIGUILLOS PERIODÍSTICOS

DIMES Y DIRETES

No es bueno sacudir a los periodistas, sobre todo cuando arrecian –nunca han faltado– los intentos de censura por parte de políticos y otros con alma de lacayos. Pero tampoco viene mal que les hagamos un poco de cosquillas, al fin y al cabo son seres humanos, o como tales fungen. Dicho lo cual, van por delante algunas expresiones que hemos oído reiterativamente en algunos programas de tertulias. Las pongo en negrita, para que se vean mejor. También, parafraseando a Unamuno y a Tejero, para que inventen otras, coño. El ciudadano tiene derecho a estar informado (al contar algún suceso grave o cuando el contrario ideológico quiere ponerle sordina, aludiendo quizá a una razón de estado un tanto ratonera). Con la que está cayendo (ante la frivolidad de alguien o intento de minimizar un hecho). Niego la mayor (se eleva uno intelectualmente por encima de los restantes contertulios, lo que nunca sobra). Hay ciudadanos que lo están pasando mal (virtuosa expresión de buena conciencia). Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (un llamado a la austeridad o defensa de las medidas del gobierno, más bien esto segundo). Hay que cambiar de modelo productivo (viene a significar menos casas y más industria; lo suele decir quien no tiene responsabilidad en este campo: queda fenomenal). No milito en ningún partido (ante acusaciones de parcialidad de otro colega). No he escrito nunca al dictado de nadie (lo mismo; como lo anterior, suele ser mentira). Tenemos que contar lo que pasa (expresión algo pimpolluda que no queda mal). Perengano ni está ni se le espera (cuando Perengano tendría que dar la cara y se hace el soca). Yo no entiendo nada (retóricamente se considera uno superado por los acontecimientos). Digo esto, aun a riesgo de que me partan la cara (ningún peligro de que le partan la cara, por supuesto).



2 comentarios:

  1. Genial artículo, la gilipollez llama a la gilipollez, cuando no se tiene que demostrar nada de inteligencia porque no se tiene, ¡ qué más da todo...!, pero hay un espacio chiquito en la mente donde cada cual sabe su propio valor, y por supuesto que siempre han existido personas muy valiosas pero que despiertan envidias. De todas maneras también se puede tener inteligencia y...alma truhana...y eso no te lo cambia ni Dios.

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    1. A veces, he pensado hacer una especie de 'Diccionario de idioteces', pero no voy a vivir tanto como para aludir a tanta tontería...

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