jueves, 13 de noviembre de 2014

HOJA DE RUTA DEL MESIANISMO POLÍTICO

DIMES Y DIRETES

Imagínate tú, caro lector, que vales poco. No destacas en ningún campo, intelectual o físico, y tampoco te adornas con prendas morales, como la humildad o la bondad. Tienes, eso sí, tu poquito de oratoria, bastante caradura y hasta un título universitario de andar por casa. Desde tus tempranos años basculaste al campo de la envidia, aunque tú siempre la has llamado ‘anhelo de justicia’. Encontraste acomodo natural en la política, juntándote con otros como tú. El país tiene problemas de cierta gravedad, nadie los niega. Pero tú con tus amigos los simplificáis en eslóganes agresivos, que rápidamente hacen suyos los incautos. Ofrecéis también la solución, que conlleva la felicidad universal de vuestra mano. Los ciudadanos os elevan al poder con ayuda inexplicable de las televisiones. Comenzáis a legislar. Las primeras medidas son muy aplaudidas porque van contra los ‘ricos’. Sin embargo, y para sorpresa y decepción del pueblo que os apoya, fracasan. Buscáis culpables. Los encontráis. Los reprimís. La situación se agrava. Leyes aún más restrictivas. Nada mejora, al contrario. La nación se desabastece: no hay ni para limpiarse el culo. Desenmascaráis todavía a más culpables. Muchos, sobre todo jóvenes, son apaleados. Algunos mueren. Vuestros discursos se vuelven incendiarios. Se va todo al carajo. Os podéis felicitar: habéis triunfado.



2 comentarios:

  1. Es muy triste el artículo pero muy certero.

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  2. Ha pasado, con las variantes que se nos puedan ocurrir, en no pocos momentos de la historia. Por desgracia.

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