jueves, 6 de noviembre de 2014

ABORTO, MUERTE, ESCLAVITUD Y UNA CODA ENTRE PARÉNTESIS

DIMES Y DIRETES

    Pues resulta que, después de la parada de burro de Rajoy sobre el aborto, el entero arco parlamentario es abortista. Así, como suena. Posiblemente, algún diputado, de leer esta columna, Dios no lo quiera, haría enfadados aspavientos negando la mayor: que la Ley sigue su trámite, que terminará saliendo, que él o ella, el diputado en persona, bla-bla-bla. Pero se me va el hilo de lo que quiero subrayar: la uniformidad que se nos viene encima, de lo que esto del aborto no es sino el siniestro y chorreante emblema en rojo sangre. 
    Todos tenemos que pensar lo mismo, ser clones, yo de ti, tú de mí, los unos de los otros, conformando un unánime y franciscano rebaño, con poco de franciscano y mucho de rebaño. Lo del aborto deja a la intemperie, ya no sólo a esa especie de conejos malnacidos, nunca mejor dicho, que son los abortados, sino a una ciudadanía mayoritaria que conserva el respeto al denominado ‘nasciturus’. 
    Hace menos de dos siglos, existían quienes se posicionaban en contra de que un ser humano esclavizara a otro. Ganaron y nos dieron un respiro. Pero ahora, mientras usted, caro lector, lee estas fruslerías, la esclavitud vuelve a implantarse en territorios de eso que llaman el Estado Islámico, donde por unos pocos dólares –entre 43 y 172, no me diga que no es chollo– usted se puede conseguir una doncella para hacer con ella lo que le dé la gana. 
    La abolición de la esclavitud nunca fue absoluta y aquélla se mantuvo bajo cuerda, pero en la estricta actualidad que comentamos tiene la arrogancia de quitarse la careta. Pero no quería hablar de aborto, esclavitud y otras pamemas, lo que pasa es que se trenzan unos temas con otros y al final te queda un churro de artículo, no como los que publica Prisa, tan aseados, tan limpios, tan correctos. 
    La unanimidad que acaba meritoriamente de conseguirse en el Congreso, sin más reacción que alguna aislada sonrisilla disculpatoria, no es sino la traducción al román paladino de lo que se pretende universalmente. Comenzó años ha con la cultura, que es como comienza todo, y luego vino lo demás. 
    El otro día me volví a ver, sabrán ustedes perdonarme, la celebérrima ‘Rio rojo’, del inolvidable Howard Hawks. Además de entretenerme por la vez enésima, salí más instruido en los valores que están periclitando. Entre otros, la mujer y su necesidad para el hombre, no sólo en la distancia corta, que cuando es demasiado corta, ya me entienden, queda abocada la mujer al pozo sin fondo del aborto, sin que el varón esté ni se le espere, pues sólo figura en el elenco para pasarlo bien sin compromiso. 
    Al igual que la distancia, aún más corta, de lo que hacen con las esclavas en otros territorios, con la ventaja de que si te aburres de ellas, las revendes o las matas, que nadie te va a decir ni pío. 
    (De la subvención multimillonaria al Grupo Prisa, con dinero de todos los españoles. por parte de la vicepresidenta del Gobierno, no pienso decir media palabra, que me he extendido más de lo que yo mismo me permito en este blog y en España suceden cosas raras.)

3 comentarios:

  1. Inteligentes y razonables sus palabras, Señor Rey, la intelectualidad no se ve por ningún lugar, salvo que se presenten a algún premio con dotes dinerarias, eso sí les mola, cada vez que siempre se oía a Buero Vallejo, daba gusto...¡ ay, ya todo paso a la Historia!

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  2. Se contempla todo como muy al estilo " mercadotecnia"

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  3. 'En los nidos de antaño no hay pájaros hogaño', decía Cervantes. Sí, pero no: estoy yo. Un pájaro no sé si de buen o mal agüero. Y ojalá fuera mercadotecnia: es control ideológico puro y duro.

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