lunes, 20 de octubre de 2014

PERDIGONAZOS EN LA SALVA PARTE

A la carrera


UNO: Lo cuenta Chesterton. En su lecho de muerte, se confesaba un bandolero. Recibida la absolución, le dice al padre: “No puedo pagarle, pero le daré un consejo que le servirá de por vida: El pulgar, en la hoja; y herir hacia arriba”.
DOS: A ver por qué razón el “Martín Fierro” no ocupa el lugar excelso que merece.
TRES: Dos son multitud... y con tendencia al alza.
CUATRO: Dicen que los escritores acaban trastornados. La verdadera locura es comenzar.
CINCO: Es como lo del huevo o la gallina: Nunca se sabrá si la presencia de la Policía origina los atascos o al revés.
SEIS: Cuando un locutor afirma que “se podía haber producido una tragedia de incalculables dimensiones”, se adivina el deseo inconsciente de que así hubiera sido.
SIETE: Jesucristo se expresaba en parábolas. ¡Pero de ningún modo puede considerarse un precedente de la actual literatura!
OCHO: La verdadera transgresión fue la invención de la escritura. 
NUEVE: ¿Cuál es la costa sur del continente antártico? 
DIEZ: Hay que distinguir entre “idea” y “ocurrencia”. Las ocurrencias suelen ser inocuas y muchas veces tienen hasta gracia. 
ONCE: Cuando relativizamos los hechos, sintiéndonos en paz con nosotros mismos y con el mundo... hay que devolver a su sitio la botella de whisky.
DOCE: “Átomo” significa “indivisible”. Y ya ves tú. 



2 comentarios:

  1. El Seis y el Once...jejejejenne, simpático del todo. ¿ Lo he expresado bien con el Jejeje, Señor Rey?, creo que no da lugar a confusiones. Gracias por hacernos reír.

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  2. Javier Rey de Sola21 de octubre de 2014, 8:20

    Mañana más. Un saludo.

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