martes, 30 de septiembre de 2014

"LOS FÍSICOS", Friedrich Dürrenmatt

RESEÑA TEATRO

"Los físicos", Friedrich Dürrenmatt (1921-1990) -Los tres físicos internados en el manicomio, cuya supervivencia se erige fatalmente sobre la muerte, encuentran obturado el sentido de sus vidas, irremisiblemente lanzadas sobre el carril deshumanizador que ha marcado a fuego el siglo veinte.
Alegato ético-filosófico, no contra la ciencia, sino contra el lugar preponderante y demoníaco que, supeditada a la política, ha venido ocupando a lo largo del pasado siglo, sustituyendo a la religión, a la ética, al mero comportamiento natural: lo que puede hacerse, debe hacerse. Son raros los que actualmente incardinan sus vidas sin tener en cuenta supersticiosamente las consideraciones de la ciencia, que muchas veces no es sino pseudociencia o, lo que es lo mismo, prejuicios cristalizados revestidos de objetividad aparente. Una reflexión más que oportuna.



lunes, 29 de septiembre de 2014

GRAFITIS APARECIDOS SOBRE EL MURO

Al spray

UNO: Hay quien estornuda y rompe con la frente una baldosa.
DOS: Anthony Mann: “¿Por qué el western norteamericano tiene tanto éxito en todo el mundo? Porque un hombre dice ‘voy a hacer algo’, y lo hace”.
TRES: La capacidad de tomar decisiones es un don tremendamente escaso. ¡Ese miedo a equivocarse o hacer el ridículo!
CUATRO: La piedra que rueda va perdiendo las aristas... y acaba sirviéndole magníficamente al hondero.
CINCO: Nunca te minusvalores: el trabajo sucio que lo hagan los demás. 
SEIS: La estupidez gana por asedio.
SIETE: Libertad, igualdad, fraternidad. Y su emblema, la guillotina. 

OCHO: Si quieres que algo se haga, hazlo tú.
NUEVE: La verdad está donde se encuentra.
DIEZ: El pueblo español es sentimental, compasivo y entrañable. Se conoce que todavía no le han zurrado lo bastante.
ONCE: La mujer casada piensa que podría haber hecho mejor boda.
DOCE: La novela es un género impuro y de frontera. Por eso es tan mala cuando la cultivan exquisitos.
TRECE: Los hombres se dividen en dos clases: los hombres de acción y quienes se ganan el sustento en una ventanilla.
CATORCE: Todos los gatos son chinos.
QUINCE: Cada época se siente superior a las anteriores, riéndose de su pueril ingenuidad y sus prejuicios. La nuestra, por supuesto, es excepción.
DIECISÉIS: El hombre se suele quedar muy por debajo de sus expectativas. Su mujer, encima, va y lo cuenta en el mercado. 



domingo, 28 de septiembre de 2014

"EL MAESTRO Y MARGARITA", Mijaíl Bulgákov

RESEÑA NOVELA

"El maestro y Margarita", Mijaíl Bulgákov (1891-1940)  - Escrita durante los doce últimos años de la vida de su autor, se publicó cuarto de siglo después de su muerte. La capacidad satírica de Bulgákov, que enlaza con la del propio Gogol, se pone de manifiesto en esta novela que se desarrolla en tres planos: La llegada del Diablo a Moscú con su séquito; el amor entre el maestro y Margarita, y la propia novela de aquél, que cuenta la condena de un vagabundo de Galilea por Poncio Pilatos. Llena de amargura e ironía,  expresa  la inquietante vena mística del autor y su visión densa y compleja de la trama de la vida. Importante y enigmática obra de un creador que sufrió en carne propia, bajo el signo del llamado "estalinismo", la incomprensión y hostilidad de la sociedad en que pretendió desenvolverse.



jueves, 25 de septiembre de 2014

MIEDO, PENA, ANGUSTIA

DIMES Y DIRETES

No se sabe dónde acaba y comienza cada cual. El miedo hace al hombre desabrido y agresivo, como el perro apaleado y que muerde incluso a quien pretende mejorar su condición. La pena le vuelve manipulable y enfermizo, siempre a la sombra de su sombra y con sordo gesto de dolor y de agonía. La angustia clava en el corazón puñales que tal vez no existen, pero que duelen igual. La tríada de Parcas –miedo, pena, angustia–  se presentan a la vez, pero cada una lleva la jefatura en su momento. Estas agoreras van y vienen. Después de muchos años, se amalgaman, transmutándose en hastío, que ha sido el objetivo que perseguían desde el comienzo y que se lleva como un pesado manto. Entonces es muy difícil sacudírselo. La persona está atrapada y abre una puerta a la desesperación, que puede hermanarse con la ira. Si aparece entonces la soberbia, se camina en rectos renglones a una muerte fea. Menos la muerte, todo lo anterior es evitable. Se puede hacer dándole la vuelta a cada menuda pieza. Poco a poco, día a día. No es tarea de un momento, sino de la vida entera. Esto –aparte de otros asuntos más halagüeños que se olvidan– es vivir, precisamente. 



miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL TROVADOR TONTUELO (A todas las princesas)

HUMOR ENTRE CASCOTES (CAPRICHO)

   Al trovador Melonardo le sorprendió la soldadesca conforme venía de rondar a la princesa, lo que tenía prohibido por el rey, que odiaba la música, principalmente la que hacía Melonardo. Aquellos brutotes le hicieron añicos el laúd, le desgarraron los leotardos y le tiraron al foso, donde tragó abundante cieno y casi se ahoga.
   Pensó entonces emigrar a regiones más salutíferas para su arte, pero le retenía su amor a la princesa, a quien no había visto jamás y por eso se la tenía que imaginar entera, adornándola, aquí y allá, con todo género de perfecciones y donaires.
   Melonardo era amigo de un domador al que faltaba un brazo y las dos piernas. Bebiendo los dos a escote una jarra de vino en la taberna, recabó el cantautor ayuda para raptar a la princesa. Sanchís, que así se llamaba el de las fieras, reculó de entrada, temiendo ir a parar a la mazmorra de por vida, si eran descubiertos. Melonardo supo convencerle.
   La noche siguiente era sin luna, pero la desaprovecharon a lo tonto. Así pasó con varias, terminando por encontrarse pues al pie del torreón cuando el satélite, que tanto cantaba Melonardo, brillaba como el foco de un estadio.
   Echaron a suertes quién trepaba como una lagartija y volvía a descender con la princesa, pero cuidadito por dónde la cogía. Resultó Sanchís favorecido, si bien se escaqueó esgrimiendo su condición de caballero mutilado, por lo que no tuvo más remedio el otro que asumir personalmente la escalada. Llegó a la ventana hecho un cromo y con abusivos carrerones en las piernas, y es que a este hombre se le iba una fortuna en medias.
   Temblando de emoción, se introdujo en los aposentos principescos. Una gramola (anacronismo) dejaba oír un tórrido tango, donde ella era un poco puta y él la perdonaba, con lo cual la moza tomaba a su corresponsal por un bendito.
   Melonardo hubiera debido retroceder en este punto, y cuando percibió la voz aguardentosa del jefe de los mílites, conversando (es eufemismo) con su adorada, ya era tarde. Al trovador le entraron de repente unas ganas tremendas de pirarse, ganando con Sanchís a uña de caballo la frontera, más allá de la cual fundarían los dos un negocio, una tienda de bolsos o algo así. No hubo caso.
   Al domador le arrancaron el brazo que habían respetado los leones, encerrándole a continuación en una jaula, la que colgaron como advertencia al exterior del muro y encima le obligaban a decir las horas. En cuanto a Melonardo, le hicieron escuchar de labios de un enano sus propias composiciones que el cuitado dedicara a la princesa, mientras ésta se daba a la conversación (eufemismo) delante de él con su galán, que próximamente partiría para zurrar a la morisma.
   Largos años pasó el del laúd en esta tesitura, hasta que finalmente consiguió darse a la fuga. Con sobrecogedora audacia, descolgó la jaula de Sanchís –la cerradura no se pudo abrir, ni ahora ni nunca–, llevándose al domador en un carretón escondido debajo de una manta con un estampado que reflejaba en viñetas el cortejo nupcial de la lombriz de tierra.
   Vivieron de exhibirse en ferias y mercados, y Melonardo –ignorando las protestas de su amigo, el tronco– se siguió gastando un dineral en lencería.



martes, 23 de septiembre de 2014

"LA COMPLETA VERDAD SOBRE LAS DISCUTIDAS AVENTURAS DEL COMANDANTE VASCO MOSCOSO DE ARAGÓN, CAPITÁN DE ALTURA", Jorge Amado

RESEÑA NOVELA

"La completa verdad sobre las discutidas aventuras del comandante Vasco Moscoso de Aragón, capitán de altura" , Jorge Amado (1912-2001) - Autor considerado el buque insignia de la novela contemporánea brasileña -fallecido, cómo no, sin obtener el Premio Nobel-, tiene una jugosísima y extensa obra donde nos muestra su fluido talento de narrador, capaz de captar y registrar el agitado colorismo de la sociedad humilde brasileña. En esta novela, capitulada como en las clásicas aportaciones del folletín popular y la picaresca, asistimos a las aventuras del famoso "capitán", triunfante de los escépticos y burlones precisamente allí donde fracasa. Narración repleta de ironía, humor y sentido trascendente y compasivo de los hombres, que nos desafía -a través de una pléyade de personajes- con el peculiar interrogante acerca del lugar donde reside auténticamente la verdad. Entrañable, divertida, deliciosa. (Esta novela está integrada en el volumen "Los viejos marineros".)



lunes, 22 de septiembre de 2014

ROSARIO PROFANO

A las cuentas

UNO: No se puede hacer tortilla sin romper huevos. Procura que no sean los tuyos.
DOS: La Noche Triste.
TRES: El que no hace la voluntad de Dios termina por hacer la de los hombres.
CUATRO: Argumento de cualquier novela: Alguien, tácita o explícitamente, pretende algo. Después de algunas peripecias, lo consigue o no.
CINCO: A ella le irritaba que aquel hombre la desnudara con la vista. Y le pidió que lo hiciera con las manos.
SEIS: Cuando los nubarrones se acumulan en el horizonte y todo parece haberse hecho en vano; cuando amigos y enemigos le dan a uno la espalda y el futuro se presenta vacío y sin alicientes; cuando el camino recorrido aparece como un cúmulo de errores y torpezas... ha llegado el momento de bajarse al bar a tomar una cerveza.
SIETE: Ten cuidado con lo que hagas en el futuro, porque habrá de repercutir en tu presente.
OCHO: La más alta y encumbrada poesía: “Al principio creó Dios los cielos y la tierra”.
NUEVE: La cabra tira al monte... y el cabrón a la espesura.
DIEZ: Estilo y estilismo: antónimos.
ONCE: Cada cual tiene su destino, nítido, impecable. Pero te puedes ir por otro lado.



domingo, 21 de septiembre de 2014

"LOS PERSAS", Esquilo

RESEÑA TEATRO

  
"Los persas" , Esquilo (525-456 a.C.)   La soberbia, junto a la envidia de los dioses, precipitan la derrota del imperio persa frente a la diminuta Grecia. Incomparable y solemne el personaje de la reina Atosa, madre de Jerjes, el caudillo de los griegos, que anticipó en sueños la catástrofe. Esta tragedia bélica, de las pocas que trataron asuntos contemporáneos, la más antigua de las conservadas del denominado padre de la tragedia, se sitúa entre sus grandes creaciones, gracias sobre todo a la sutil graduación de la noticia del hundimiento del ejército y la sublime compasión por los vencidos, sumidos en el dolor por el desastre. Desolados e inermes ancianos y mujeres, sobrecogidos por la desaparición de tantos héroes, no queda más que el llanto catártico de los griegos, entonado por el coro y el superviviente Jerjes. 



jueves, 18 de septiembre de 2014

"EL NAUFRAGIO"



                         TEATRO

Este mes, cuelgo en el blog mi comedia original "El naufragio".

"Todo es posible que suceda cuando varias parejas, que viajan en un yate de recreo, naufragan frente a una isla desierta. Hasta que salga a flote la verdad… que puede ser otra mentira."


(Todas estas obras se encuentran legalmente registradas. Quien quiera representarla puede contactar con la SGAE o enviar un e-mail al autor a: reydesola@gmail.com )

Para tres personajes masculinos y cuatro femeninos





miércoles, 17 de septiembre de 2014

PARTE METEOROLÓGICO EN LA RADIO (A las ondas)

HUMOR ENTRE CASCOTES (CAPRICHO)

   (Carraspeo estático. El dial sintoniza una emisora. Cinco horas de la mañana.)
   ¡Noticia de última hora, queridos radioyentes! Según los meteorólogos del país, que lo acaban de saber por el satélite, el huracán “Nenaza”, uno de los más intensos y peligrosos de los últimos tiempos, se desplaza a toda velocidad hacia las costas de Florida, donde se teme arramble con todo lo que pille. Claveteen puertas y ventanas y si no han efectuado acopio de alimentos y de whiskey, pues cómo les diríamos que ya es tarde. Ser previsor en la vida es lo que vale...
   (Seis de la mañana.)
   ¡Lo que contábamos! Se confirma la virulencia de “Nenaza”. Varias embarcaciones y yates de recreo han resultado hundidos, sin que desgraciadamente se hayan podido atender sus repetidas blasfemias y llamadas de socorro, y mira que esta emisora, puntera en las ondas, había avisado una hora antes. ¡Ya saben ustedes, queridos radioyentes, lo que puede ocurrirles si no nos sintonizan, je! El que avisa no es traidor...
   (Las doce del mediodía.)
   “Nenaza”, como era de prever y hemos venido informándoles a ustedes, ha comenzado su andadura en tierra. Cantidad de viviendas han volado por los aires, dejando a sus aterrados ocupantes en distintas y desairadas poses, en un remedo de “El diablo Cojuelo”, un libro latino que no vamos a glosar aquí, que éste es un espacio de máxima actualidad y además serio. Sí apuntamos, meramente, que no teníamos noticia de lo que trajinaba la nación bajo el alero. En cuanto pase este follón, el periodismo amarillo se pondrá las botas. Las fotografías están disparando su precio en las subastas...
   (Las catorce horas.)
   “Nenaza” ha incrementado, si cabe, su furor. Tras levantar las faldas a una reata de jamonas, evidenciando unos muslos y etcétera que gloria a Dios en las alturas, también ha deshecho numerosas permanentes a señoras, dejándolas como locas piruleras, con lo que la tasa de infartos y divorcios se ha disparado en el Estado. El Gobernador ha lanzado un mensaje de tranquilidad y calma, pero la comunidad se lo está pasando por la piedra, que, como con el velo de Penélope, una extranjera, lo que el Gobernador teje por un lado, “Nenaza” lo deshilacha por el otro...
   (Veinte horas.)
   ¡Hétenos aquí, queridos radioyentes, encerrados en el cuarto de la limpieza, entre cubos y fregonas, que es el único reducto que nos ha quedado intacto y lo que aguante! El heroico periodismo hablado, compañeros y compañeras aquí de la emisora, permaneceremos en esta trinchera a su servicio, que es una forma de hablar, pues si pudiéramos, que no podemos, que “Nenaza” ulula y desbarata más allá de estos tabiques, nos daríamos el piro y ustedes tendrían que informarse por la ouija. Invitamos a que nos acompañen en la salmodia del “Jesusito de mi vida”, a ver si logramos enderezar algo por la vía ultraterrena, de lo que aquí somos francamente escépticos...
   (Varios días después.)
   Perdonarán nuestra afonía, queridos radioyentes, pero el supremo deber de mantenerlos a la última nos ha dejado la garganta hecha cisco. Hemos agotado las juanolas. También, y les rogamos sean benévolos, la vieja lacra del canibalismo ha hecho presa en nosotros, aunque en su variante más benigna, limitándonos a pegarles a ellas mordiscos que nos han devuelto con similar enjundia. ¡Hemos pasado un buen rato, coño! En cuanto a “Nenaza”, entendemos que continúa como el consabido paquidermo en la tienda de cerámicas...
   (Al mes.)
   Nos hemos hecho a esta vida. ¿Que por qué? Digamos que la ventolera de afuera justifica la psicológica que nos ha dado a cada cual. Del mundo exterior, ráfagas incluidas, no queremos saber nada: bastante estuvimos como puta por rastrojo, con el sueldo cicatero que nos alcanzaba apenas para invertir en la hipoteca a medio siglo. Somos más libres, más serenos, nos hemos conocido más y el gusto es nuestro. ¿Cómo nos alimentamos y de qué manera atendemos las necesidades primarias y las más elaboradas? A ti te lo vamos a contar. Ésta es nuestra última emisión. Ahora nos disponemos a jugar a un juego, la mar de goloso, que nos hemos inventado y que nos entretendrá las próximas jornadas. ¿A que damos envidia? ¡Te lo debemos, “Nenaza”!


martes, 16 de septiembre de 2014

"LA PARRANDA", Eduardo Blanco-Amor

RESEÑA NOVELA

"La parranda" Eduardo Blanco-Amor (1897-1979) Aparecida originariamente en gallego (el autor se encargó de su traducción al castellano), esta reducida novela constituye un título fundamental en la narrativa española del pasado siglo. A lo largo de veinticuatro horas, asistimos a la degradación hasta llegar al crimen de los tres protagonistas de la historia, bajo el frío y la lluvia, heridos y embriagados, incapaces de alcanzar la dignidad que inconscientemente van buscando; dignidad que, de manera paradójica, se consigue en un trágico final. Evocadora de una  Galicia alejada de idealizaciones o lirismos, su dureza expresa el triste desamparo de unos seres sin otra historia que la derivada de sus sórdidas y destructivas pasiones. Espléndida y universal novela.



lunes, 15 de septiembre de 2014

RECLAMOS AL COSTADO DE LA VÍA

Al sucesivo poste

UNO: Es peligroso el que no actúa por dinero.
DOS: La puta, su chulo, el policía y el taxista: personajes de comedia de costumbres.
TRES: Wyatt Earp, participante en el mítico duelo en el O. K. Corral, permanecía calmo en pleno tiroteo. Sus adversarios se aterraban y fallaban el disparo. Wyatt Earp llegó a edad muy avanzada.
CUATRO: Se dice que la mangosta ve a cámara lenta. De donde su superioridad sobre la cobra.
CINCO: Los milagros son algo corriente. Pero estamos ocupados contando los billetes.
SEIS: El juramento del cargo: cumplir y hacer cumplir la ley. Lo que ocurre es que también tienen derecho a su descanso.
SIETE: De repente estás... y de repente se lo pasan recordando tus virtudes.
OCHO: Nunca se consigue nada. Pero hay que conseguir esa “nada”.
NUEVE: La mujer está siempre en el lugar equivocado. El hombre sencillamente estorba.
DIEZ: Stendhal: “Todos los malos pintores que conozco han sido niños prodigio”.
ONCE: Eso de que hay que dar la razón al que la tiene no deja de ser una condescendencia inaceptable. 



domingo, 14 de septiembre de 2014

"RELATOS DE LO INESPERADO", Roald Dahl

RESEÑA NOVELA

"Relatos de lo inesperado", Roald Dahl (1916-1990)  Dieciséis espléndidas narraciones en las que este finísimo paladín del humor negro -acaso sin rival- se asoma a la faceta más ridícula y desazonadora del alma de hombres y mujeres. La cotidianeidad en que se desenvuelven sus personajes se quiebra de repente ante la irrupción de una idea o hecho, surgidos de las fútiles aspiraciones de unos seres que el lector reconoce de inmediato como desdichadamente corrientes y familiares. Destapa Roald Dahl -como Joyce, pero de manera mucho más entretenida- la interioridad tantas veces secreta y siempre absurda de ese problema sin resolver que es nuestra curiosa especie. Cínico, malévolo, con su dosis exacta de sadismo -el cual parece deleitarse y encontrarse en su medio en la institución matrimonial-, este escritor imprescindible consigue que, desde las primeras líneas de cualquiera de sus relatos o novelas, la atención del lector quede prendida hasta llegar al final sorprendente de la peripecia... y vuelta de nuevo a comenzar. 



jueves, 11 de septiembre de 2014

ANIMACIÓN A LA LECTURA (o algo menos)

DIMES Y DIRETES

Es cultural y políticamente correcto hacer campañas de ‘animación a la lectura’, con el objetivo declarado de elevar el nivel cultural de la población, en particular de la gente más joven, adolescentes y escolares. Abundando en esta idea, el lema no recuerdo si de una editorial o librería abogaba literalmente por una ‘sociedad lectora’. Nos permitimos discrepar de este propósito. Las reiteradas campañas de ‘animación a la lectura’ –es hora de decirlo– tienen una finalidad más crematística o ideológica que cultural. De igual forma, la llamada ‘sociedad lectora’, de alcanzarse, no sería otra cosa que una sociedad totalitaria, pues impondría transversalmente a todos lo que no debe ser más que una opción voluntaria –todo lo recomendable que se quiera–, convirtiendo además en sospechosos a quienes sean reticentes, con todo derecho, a engrosar las filas de la gente sesuda, prefiriendo emplear su ocio en otros campos. Lo indicado sería una sociedad en la que todo el mundo que quisiera pudiera leer sin problemas… y el que no quisiera se librara de la estigmatización que se le impone. Sociedad libre y plural, en todo caso.



miércoles, 10 de septiembre de 2014

LECCIÓN HERMÉTICA (De la mujer y otras catástrofes)

HUMOR ENTRE CASCOTES (ENIGMA)

   El viejo maestro, a su discípulo:

   –Te he explicado los arcanos del cielo y de la tierra. Por qué los astros se sujetan sin caerse de su bóveda, fuera de algunos fragmentos insignificantes que hemos dado en llamar meteoritos. Sabes el impulso que hace girar nuestro planeta, originando el día y la noche; y aquel otro que lo traslada en perfecta circunferencia en torno al sol, dando pie a las estaciones, o por lo menos ésta es la verdad establecida por la ciencia, sobre la que no dejo de tener algunas dudas...

   “No ignoras la incertidumbre de los mares, que encierran en su seno animales gordos y terribles, como son el tiburón, el cachalote... y el calamar gigante, que ríete del pulpo, el cual lleva la fama, pero su pariente de tentáculos carda la marina lana y ha llegado a arrastrar al abismo navíos tamaños...

   “No voy de nuevo a relatarte el motivo por el que la jirafa posee su desproporcionado cuello, y el tapir su ridícula nariz, que se diría hecha a propósito para avergonzarle. Como tampoco la razón de que las aves píen, los estorninos vuelen en apretadas bandadas en invierno, el gorila se golpee el pecho, gruña el cerdo y huela mal o galopen por la llanura los corceles, arrancando un ruido que parece de tormenta...

   “Todo esto, y mucho más, te lo enseñé. Así como a sacar raíces cuadradas, dividir un polinomio, memorizar emplazamiento y fecha de crudelísimas batallas que torcieron el curso de la historia, aunque bien mirado habría dado lo mismo... y este pensamiento escéptico es hijo de la filosofía que asimismo embutí en tu alma, desde los griegos presocráticos al actual cantamañanas que sale por la tele y que no sabe hacer la redonda “o” con un canuto, motivo por el que no cabe descartar, sino todo lo contrario, que se encumbre al pináculo del político ejercicio...

   “Mi última lección, te lo confieso, es la más ardua. Y tan peligrosa, que nadie ha osado ponerla por escrito... Me pasó por la cabeza el omitirla, lanzándote al mundo sin este crucial conocimiento, mas mi sentido del deber prevaleció y allá te va...

   “Rivalizando con las esferas que cuelgan del empíreo y que acabo de recordarte, la mujer –de ella se trata–, pasea las redondeces de que es dueña (apretadas y ceñidas por ropa que suele comprar de inferior talla), sin parar mientes en su influjo pernicioso hacia el varón... siendo ésta la explicación de que muchos de nosotros, incapaces de hacer frente a esta enemiga, hayamos devenido en ermitaños, refugiándonos en claustros, cuevas y lugares apartados, donde todavía –fíjate tú– se nos hacen presentes en el sueño, cuando no en forma de súcubos, colocándonos en importante aprieto que personalmente soluciono arrojándome desnudo por laderas pedregosas, con riesgo de quedarme enganchado en una grieta...

   “La entera visión de la hembra –te lo advierto– es reprobable, con particular estrago en primavera. Desde su pie al que muchos rinden fetichista culto, pasando por el tobillo que encandiló a nuestros decimonónicos abuelos en la parada del tranvía; ascendiendo por las rodillas carnosas y la berroqueña dureza de los muslos, que anticipan las caderas –en cuyos recónditos meandros se encuentra buena parte del busilis–; y subiendo por la cintura y el ombligo hasta alcanzar –¡oh, soberbia escultura, cima de la universal alfarería, compendio integral de lo sublime!– lo que semeja sendas huchas o vasijas...

   “Estoy hablando de los pechos, cuyo pezón culmina las aréolas; y que son éstas, las aréolas, el doble exacto, pero de color amulatado, de las nevadas cumbres de los altos picachos que escala el montañero, seguramente en inconsciente evocación de esta gemela maravilla...

   “Todo lo que acabo de mencionar es raíz de perdición para nosotros, no lo olvides. Y multiplícalo por tantos ejemplares como habrás de encontrarte por el mundo, que la que no tiene una gracia tiene otra...

   “En cuanto a la parte metafísica, me refiero a sus embelecos, sus ardides, sus engaños, que han logrado sojuzgar a hombres cabales, ¿qué decir? Son estos recursos el exacto complemento de su físico, de igual forma que la artillería y aviación prestan su paraguas protector a las tropas de tierra... En este campo intangible, nada es lo que parece. Si se fingen débiles, son fuertes; cuando lloran, por dentro están riendo; al suplicar, ordenan; y si afirman no, dicen que sí...

   “Viene a ser un mundo colocado ante el espejo, donde la mano izquierda es la derecha y viceversa; la raya del peinado se sitúa al otro lado (no explicándose, dicho sea de paso, cómo consigues anudarte la corbata con la de vueltas y revueltas que hay que dar). O como el negativo de una foto, en el que lo blanco se traduce en negro y al revés...

   “Sé que semejante información –en su doble vertiente material y etérea– hace temblar el armónico edificio de cordura que, con mi ayuda y magisterio, has venido construyendo desde tus tempranos años. Pero también conozco que, como no espabiles en esta faceta que ahora expongo en mi postrera enseñanza, irás de cráneo, te perderás en hostiles vericuetos, desconocerás los puntos cardinales de la vida, deambulando por sus bajíos, sin alcanzar jamás puerto seguro...

   “Ahora ya lo sabes... Por último –mira que así te lo encarezco– nunca presumas de conocer esta lección... que en ningún momento yo te he dado y la presente charla no ha existido y, por la cuenta que me tiene, habré de negarla en cualquier caso, así me apliquen electrodos al prepucio... 



martes, 9 de septiembre de 2014

"LA HERIDA LUMINOSA", Josep Maria de Sagarra

RESEÑA TEATRO

"La herida luminosa" , Josep Maria de Sagarra (1894-1961) -El prestigioso cardiólogo Doctor Molinos, su esposa Isabel y la sobrina de ésta, Adela. Entre aquél y la última, fraguan un plan para deshacerse de la mujer. Pero interviene el azar -por otro nombre Providencia-, manejando sabiamente los hilos de estas vidas, y sirviéndose del hijo del matrimonio, sacerdote jesuita, para provocar la "herida luminosa" que permite recobrar la perdida humanidad en el doctor. Originalísimo tratamiento del triángulo amoroso, que encierra una profunda y rica lección de psicología, teología y trascendencia, a la altura nada menos que de Ibsen. Fue uno de los grandes éxitos teatrales en lengua catalana, antes de presentarse en los escenarios madrileños, vertida al castellano por José María Pemán. Una de las poquísimas muestras en nuestro idioma del desconocido teatro del escritor, cuya íntegra recuperación es una de las asignaturas literarias pendientes.



lunes, 8 de septiembre de 2014

DE LIBROS, CRÍTICOS, ESCRITORES

A la autoridad competente en el invento

UNO: Cuando la cigüeña vuela sobre la luna llena, se convierte en pterodáctilo.
DOS: Metáfora de escritor al uso: “Sus ojos eran azules, como sus besos”.
TRES: El Quijote, según el lector profesional: “Novela profusa, desigual y abigarrada, sumerge al lector que tenga la paciencia de terminarla en un profundo hastío. La premisa inicial de esta inverosímil fábula –la locura del protagonista motivada por la lectura y el insomnio– carece de base y está traída por los pelos. Es obvio que el autor ha intentado ser original y hasta gracioso, pero en ambos empeños fracasa con estrépito. No negamos que el libro contenga algún planteamiento afortunado; pero en seguida se desvirtúan sus efectos, cómicos o dramáticos, según el caso. Novela que promete mucho y no da nada, sentenciosa, fatua y llena de incorrecciones e inexactitudes. Desaconsejamos rotundamente su publicación...”
CUATRO: El mismo fulano, a renglón aparte: “La novela de Purita, que nos ha encandilado desde sus primeras líneas, está destinada a convertirse en un hito insoslayable en la narrativa de los últimos decenios...”
CINCO: Sainte-Beuve, sobre Balzac: “Uno de nuestros escritores más prolíficos...” La displicencia no logra ocultar la envidia.
SEIS: Sábato, sobre Sainte-Beuve: “Feo, desafortunado con las mujeres, traidor a sus mejores amigos, desprovisto de talento creativo, creyó que su destino estaba en la crítica. Pero también allí se necesita capacidad creadora, genial intuición. Resultado: desconoció a tres de los más grandes escritores de todos los tiempos: Balzac, Stendhal y Baudelaire. Y todavía se le rinden homenajes”.
SIETE: Sobre el crítico pimpolludo nacional: Huelga el comentario.
OCHO: Larra: “Vuelva usted mañana”. Este “mañana” adquiere categoría metafísica, como en una de las parábolas de Kafka. El suicida se habría entendido bien con el tuberculoso.
NUEVE: Lenta y trabajosamente, comenzamos a emerger del siglo diecinueve. Otro siglo más y lo habremos conseguido.
DIEZ: William Faulkner: “El éxito es como una mujer: hay que mostrarle el puño.” Y también: “Nada puede destruir al buen escritor. Lo único que puede alterar al buen escritor es la muerte.”
ONCE: Estribillo vallisoletano: A ése lo vamos a follar.
DOCE: Un/a librero/a vallisoletano/a: He boicoteado tu libro.
TRECE: El efecto mariposa.
CATORCE: Raymond Chandler: “Los que más saben de literatura son los que no saben escribir.” Y otra perla: “Me he impuesto tres reglas para escribir que son absolutas: Nunca aceptes consejos. Nunca enseñes ni discutas el trabajo que estás haciendo. Nunca respondas a una crítica.”

QUINCE: Leído en prensa: Dostoyevski, Dickens y Balzac son detestables. ¡Y el periódico no tuvo que declararse en quiebra!
DIECISÉIS: Dignidad es lo que los mezquinos titulan de soberbia. 
DIECISIETE: Ésta que la rellene cada cual...



domingo, 7 de septiembre de 2014

"EL LIRIO DEL VALLE", Honoré de Balzac

RESEÑA NOVELA


"El lirio del valle", Honoré de Balzac (1799-1850) El Balzac más íntimo se revela en esta obra magistral, una de tantas debidas a su pluma. El joven Félix de Vandenesse incurre en  amores platónicos con la señora de Mortsauf, casada con un marido prosaico. La delicadeza de los sentimientos de ambos va dando paso a un vínculo poderoso e invencible que compite con la eterna salvación de la señora en sus postrimerías. La generosidad de sendos corazones se vierte en el angosto molde de las conveniencias, evocando un mundo  ideal cuya persecución causa amarguísimo dolor, inseparable de su espiritual disfrute.
Toda la mujer se encuentra en este estudio: su altruismo, su fragilidad, su amor desinteresado y sin reservas -encarnados por la señora de Mortsauf y expresión a la inversa de la despegada madre que tuvo el novelista-... y el cálculo egoísta, también muy femenino, de la carta con que se cierra el libro, a cargo de Nathalie de Manerville, quien acaba rechazando a Félix, todavía sometido al puro amor, convertido ya en preciado recuerdo, que le sigue inspirando aquella desdichada.



sábado, 6 de septiembre de 2014

AFORISMOS DE VALLADOLID

A los que tienen de qué

(Como excepción –y en homenaje a las fiestas de Valladolid-, incluyo, fuera de fecha, esta tanda de aforismos como muestra exquisita de amor/odio a la ciudad donde peno y moro.)

UNO: El vallisoletano no se aparta nunca de la acera. Son los demás quienes deben rodearle.
DOS: El vallisoletano no es engreído, es señorial.
TRES: El vallisoletano nace de pie y se muere igual.
CUATRO: La Semana Santa de Valladolid es la mejor del mundo.
CINCO: En Valladolid, vivió Cervantes. En la mayoría de los otros sitios, no.
SEIS: El Juicio Final se hará en Valladolid.
SIETE: Todos los vallisoletanos van al cielo y entran por la puerta principal. Se les agradece allí que hayan venido.
OCHO: El vallisoletano va a la escuela sin necesidad.
NUEVE: El vallisoletano viaja a otros lugares por hacerles un favor.
DIEZ: El vallisoletano puede estar en cualquier sitio, no sólo en medio de la acera.
ONCE: La decadencia de España comenzó cuando Valladolid dejó de ser la capital.
DOCE: El vallisoletano no va nunca a la piscina, ni al gimnasio. Eso lo hacen los de fuera.
TRECE: El vallisoletano jamás grita. Expresa su disconformidad con vehemencia. 
CATORCE: El vallisoletano lo ha leído todo y podría perfectamente haberlo escrito.
QUINCE: El vallisoletano no levita porque eso significaría dejar la acera desocupada. 



jueves, 4 de septiembre de 2014

NIÑOS, VIEJAS, ANIMALES

DIMES Y DIRETES

Pocas cosas merecen homenaje en este bajo mundo. Los personajes que aquí actuamos adolecemos de hipertrofia e hinchazón, como el río que baja crecido y se lo lleva todo por delante, con especial saña hacia la vivienda del humilde. Cuando en la autodenominada Unión Soviética llevaban al Gulag a sus ciudadanos (!), quedaban unos niños a la intemperie. Los rescataban de la calle o del hospicio anónimas viejucas llenas de prejuicios, que alojaban, criaban y educaban a las pobres víctimas, que ni siquiera eran de su sangre. Lo cuenta Vasili Grossman en su novela ‘Vida y destino’. Esas que se quedaban para vestir santos salvaban la vida y dignidad de los inocentes. Cuántas hay de esta categoría, principalmente en los pueblos y la periferia de este inmenso gran teatro. Nadie las ve, excepto los niños y los indefensos animales, perros, gatos, que alimentan a escondidas. Cuando llega el invierno, y con él la soledad, parece que Dios vuelve la espalda, pero es entonces cuando mira con incrementado ardor. Algún día, el león pacerá con el cordero y un niño pequeño les pastoreará. Y suponemos, aunque no está escrito, que bajo la atención vigilante de una vieja.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

LA ENVIDIA (A la triste)

HUMOR ENTRE CASCOTES (ENIGMA)

   La envidia unos la pintan negra, como la mugre; otros aseguran que es de color verde esmeralda; y aun existen quienes la imaginan amarilla o encarnada, en este último caso con tonalidad según autores. La envidia es el cáncer del espíritu. Y defecto innoble y de escasa gallardía. Razón por la que se camufla de virtud. Es la hipocresía su sirviente fiel.
   La envidia sonríe amablemente, pero en el fondo de su sonrisa está la mueca. Lanza hacia su objeto los tentáculos y despliega incesante actividad para abatirlo. Sabe agazaparse durante años y es capaz de enormes sacrificios, aunque también de vez en cuando se agita y se impacienta. Son esas reacciones inexplicables que sorprenden al incauto. Cuando la envidia percibe una oportunidad, salta con impulso de pantera y muestra su rostro verdadero, que es terrible.
   La envidia ni duerme ni descansa. Habita entre lombrices y murciélagos y su alma es un racimo de babosas. Áspides, venenos, puñales son sus armas. Es el ángel negro de todos los artistas. Los escritores la conocen bien. Cada mañana la sienten acezar sobre su hombro.
   Desordena los ámbitos domésticos y recorre los ambientes. Algunos la confunden con los celos; otros, con la ira necesaria. Es planta trepadora que asfixia la flor y come el fruto. Se desconoce su raíz, como antaño se ignoraron las fuentes de los ríos. ¿Cómo nace un envidioso? Es un enigma, quizá por encogimiento y cobardía. Sí se sabe que, según lugares, se afianza con garra sobre el campo fértil.
   La envidia predispone a la traición. Judas selló su estado con un beso. Compone mentira de jirones de verdad, y la presenta como túnica inconsútil, la que sortearon los verdugos en el Gólgota.
   Es la única lacra que se oculta, como una enfermedad inconfesable. Se dice: “Soy perezoso o iracundo. Soy rencoroso”. Nadie admite: “Soy envidioso”. El propio muchas veces no es consciente de su tara.
   Inspira la maledicencia y la calumnia. Es ésta, la calumnia, su inseparable. Nunca se rinde, y para lograr sus fines convoca antinaturales alianzas. El envidioso no se da tregua. Persigue sin desmayo su presa.
   Amiga del dinero, no lo envidia tanto como parece. Esto es curioso y ella sería la primera sorprendida. Lo que verdaderamente la desazona son las prendas personales.
   Su compañía es incómoda. Se experimenta desazón como cuando va a descargar una tormenta. Existen sortilegios para mitigar sus efectos, aunque la mejor cautela es la distancia.
   Si la murmuración arruinara tantas famas y rindiera bastiones de otro modo inexpugnables, queda por hacer el censo de la envidia. Ésta despobló el primer Edén y armó el brazo del más antiguo homicida. Mueve los hilos de las conspiraciones, inspira guerras y malbarata causas nobles. Es cómplice de sicarios y mediocres. Íntima del Gran Inquisidor, come todos los días en su mesa.
   Desenmascararla es inútil: la envidia siempre tiene coartada.



martes, 2 de septiembre de 2014

"UN MARIDO IDEAL", Oscar Wilde

RESEÑA TEATRO

"Un marido ideal", Oscar Wilde (1854-1900) Sir Roberto Chiltern, hombre de sólida reputación moral y de brillante porvenir político, es objeto de chantaje acerca de un turbio suceso en el que tuvo participación al inicio de su carrera. Ello amenaza su matrimonio y su situación social. Sobre este eje, el proverbial y deslumbrador ingenio de Oscar Wilde retrata, con amabilidad no exenta de crítica, la alta sociedad victoriana de la época, en la que se desenvuelven personajes como la mujer de pasado oscuro, el amigo frívolo y despreocupado -trasunto del autor-, un padre tan formalmente severo como en realidad benigno, lacayos, mayordomos y distintas damas que salpimentan con su inanidad este jugoso y exquisito fresco. El papel decisivo del más amoral y superficial de los distintos individuos acaba poniendo de relieve lo inhumano del ideal absoluto, cuando se trata de personas, encauzando al pequeño grupo hacia una mayor y mutua comprensión, logrando humorísticamente la felicidad para todos sus integrantes.